sábado, 7 de mayo de 2011

. modernismo en Ponce .

















: todo cambia


Por alguna razón hoy me levante extrañamente feliz. Después de una semana de tanto, el sábado llega como parte de la pareja que todos anhelamos que nunca termine. Hoy el día se siente sumamente diferente. La cama sigue igual, el piso y el sonido que traspasa mi ventana también siguen igual entonces, ¿qué es diferente? Bueno, quizás puedo comenzar con que anoche tuve uno de esos momentos que nunca se planifican pero cuando suceden sientes que volviste a la vida. Esos que van acompañados de un bonito corazón, palabras que salen de él y lágrimas que demuestran que genuinamente estamos vivos.  Ha sido una semana de tanto. Una semana de cumplir, una semana de trabajo, una semana de estudios, una semana para desbordar el alma. Hoy se siente como si el proceso de reestructuración de la vida tomara un giro inesperado, como si hoy comenzara algo totalmente nuevo, no sé. Quizás soy yo, que ya perdí la cordura, aunque pensándolo bien, no sé si cordura fue siempre la condición. Es bien curioso cuando uno toma decisiones para fomentar cambio pero no es hasta que otra persona decide hacerlo que uno dice: "Oye; ¿dónde anda todo?". Hoy me levante así. A pesar de que creo que debo avanzar en mi día, porque las flores de madres no se entregaran solas, siento que debo de tomar un tiempo para sentarme feliz un rato. A veces olvidamos cultivar un poco esos momentos.  Creo que después de momentos de molestia, rabia, desconfianza, duda y de enfocar tanto en estos, debemos aunque sea un segundo aprovechar esos en que genuinamente nos sentimos tranquilos y felices. Pensarlos un poco y absorber todo lo que ese momento te da. Desde una cama, desde un sofá, desde la bañera. Hoy es sábado 7 de mayo.


domingo, 1 de mayo de 2011

un poco de agua

Tantos cambios y tantas cosas aturden un poco. Creo que domingos como este existe la oportunidad de tener un momento no solo para descansar y consumirse dentro de las sabanas sino que tambien existe la oportunidad de darle un poco de trabajo del bueno al cerebro. Cuando me refiero a trabajo hablo de mirar el techo y dibujar en el pasado, presente y futuro. Lo curioso de hacerlo este domingo es que hay una bachatita de fondo que le da un aire mágico y lleno de vida a mi dibujo. A pesar de que llueve y no parece parar, dentro de la habitación se dibujan flores que emanan los olores de primavera que tanto he anhelado.  Esas flores vienen con hermosas aves que me dan la esperanza de que en algún lugar existe la tierra firme. Me sorprende un poco que no estar en tierra firme no me cause tanto pesar como antes. Vamos dije "tanto" porque es inevitable no querer un poco de tierra para pisar. Con todo y eso esta travesia que llevo ha aleatoriamente traído ciudades nuevas, lugares y sentimientos nuevos que trascienden este cuarto donde se dibujan flores. Yo creo que esa misma travesia me ha dado la oportunidad de apreciar un poco mas momentos como este. Momentos de la nada pero a la misma vez del todo. Son esos que superficialmente parecen no tener ningun tipo de significado pero cuando realmente los ves te das cuenta que tienen mucho mas de lo que alguna vez imaginaste. Es bonito tener estos momentos. Es bonito sentir que quizás en algun lugar  alguien tambien dibuja mundos al ritmo de una bachata, sin tocar tierra firme y sin perturbación alguna de que la travesia continua y de que no existe la mas minima idea de donde esa tierra se ha de encontrar.