domingo, 24 de julio de 2011

-creo que a todos nos toca cambiar-

Ayer me sentaba a comer con mis padres y no pude evitar que una gran nostalgia se apoderara de mí; que fuerte es el cambio ¿no? Mientras traían varios sándwiches de pastrami, mortadella y pernil en aquella esquina donde el tiempo parece haberse detenido, me di cuenta que todo realmente había cambiado. Por aquella esquina habían pasado romances que solo existen en la memoria, estudiantes que ya no están y dulces que dejaron de ser producidos hace décadas. Entonces ¿qué me hacía pensar a mí que el tiempo se había detenido? Creo que los carros antiguos en la vitrina, la misma cartulina con los mismos sándwiches y el sentimiento de que mientras comiera con ellos y en el fondo se escuchara Sábado Gigante nada a mi alrededor, aunque fuera por un solo instante, iba a cambiar. Creo que en días como estos donde los cambios son la orden del día, y decido vivir todo en el preciso momento en el que ocurre, es que me doy cuenta de lo importante de esos momentos donde nada imaginariamente cambia. Si, ellos ya están en unos cincuenta y pocos y ya yo no estudio en el Colegio, pero creo que ahora es nuestro mejor momento. Es nuestro momento de sentarnos, hablar, comer, pensar un poco en el pasado y embelesarnos con la incertidumbre de mi futuro. Luego en el mismo instante que están regalando ese magnífico auto del año nuevo de paquete, pensé en que quizás en el futuro ya yo no estaría ahí. Que quizás estaré en otro lugar del mundo, rodeado de otros seres y me di cuenta de lo importante que es valorar ese instante. Nada es eterno, todo es pasajero, en algún lugar leí que la vida no era una constante felicidad, que felicidad eran solo momentos en el tiempo. Sean muchos o sean pocos son los que nos ayudan a trascender a través del el con la certeza de que realmente o somos genuinamente felices o alguna vez intentamos serlo. Después de un sándwich cuyo sabor no había cambiado en más de 50 años, en aquella esquina nos encontramos felices.







1 comentario:

  1. Gracias,Andre me sacaste varias lagrimas. Ese es el proceso de vivir,gracias por compartir con nosotros y estar para nosotros. Nos hiciste trampa con la fotito que nos robaste,jajaja. Pero me encanto. Dios te bendiga.

    ResponderEliminar